11 agosto 2025
Madrid refuerza su red de áreas caninas
El Ayuntamiento ha destinado 4 millones de euros desde 2019 para crear y mejorar 84 áreas caninas distribuidas en los 21 distritos de la capital
Desde 2023 se han ejecutado 18 nuevas áreas caninas y hay cuatro remodelaciones pendientes de inicio
El consistorio proyecta ejecutar otras 38 áreas caninas durante 2026 con una inversión de 2,6 millones
La ciudad contará con 237 espacios para perros en 2027, triplicando la oferta inicial
Madrid consolida su apuesta por facilitar espacios de calidad para las mascotas y sus propietarios con una ambiciosa estrategia que contempla alcanzar las 237 áreas caninas en 2027. El compromiso municipal se materializa a través de un plan integral que combina nuevas instalaciones, mejoras en espacios existentes y una inversión sostenida que ya supera los 4 millones de euros desde 2019.
Un proyecto integral para toda la ciudad
La estrategia municipal contempla la creación de 38 nuevas áreas caninas durante 2026, que se suman a las 22 que actualmente se encuentran en proceso de realización o ejecución. Este ambicioso programa forma parte de un plan que destinará 2,6 millones de euros durante el actual mandato para intervenciones en 60 zonas caninas, incluyendo 9 rehabilitaciones o ampliaciones de espacios ya existentes.
El Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha desarrollado con recursos propios un proyecto técnico que estará finalizado en septiembre y que distribuirá estas 38 nuevas instalaciones por toda la geografía madrileña. La propuesta responde a las demandas vecinales y busca garantizar que todos los barrios cuenten con estos equipamientos.
Avances del mandato actual
Durante la legislatura en curso, el consistorio ha destinado cerca de 720.000 euros para la creación de 18 nuevas zonas caninas, cuatro de las cuales han sido remodelaciones de espacios preexistentes. Además, están programadas otras cuatro rehabilitaciones que darán comienzo próximamente en los distritos de Fuencarral-El Pardo (parque Lineal de Montecarmelo), Latina (parque Cerro Almodóvar), Hortaleza (parque Alcalde José Luis Álvarez y Álvarez) y en la tercera fase del parque de Las Cruces.
Estas actuaciones se suman a las 80 áreas caninas desarrolladas entre 2019 y 2023, evidenciando la continuidad de una política municipal que prioriza la mejora del espacio público y la convivencia ciudadana.
Un modelo de instalación completa
El Parque de Roma, en el distrito de Retiro, ejemplifica el modelo de área canina que impulsa el Ayuntamiento. Con una superficie aproximada de 2.200 metros cuadrados, este espacio se configura como uno de los más amplios de la capital y cuenta con equipamiento especializado que incluye un circuito de entrenamiento tipo «Agility» compuesto por siete elementos: túnel, zigzag, salto de altura y diversos obstáculos diseñados para fomentar la actividad física de los animales.
La instalación cumple con todos los estándares de seguridad, bienestar animal e higiene establecidos por el consistorio. Su diseño incorpora vallado perimetral con bordillo, bancos para los usuarios, papeleras específicas y protectores en las farolas que contribuyen tanto al mantenimiento como a la seguridad del entorno.
Una red en constante crecimiento
La progresión de áreas caninas en Madrid refleja el compromiso municipal con la calidad del espacio público. De las 80 instalaciones creadas en el período 2019-2023, la ciudad avanza hacia un objetivo de 237 espacios en apenas dos legislaturas, lo que supondrá triplicar prácticamente la oferta disponible al inicio del período.
Esta expansión se enmarca en una estrategia integral que reconoce las necesidades de una población creciente de propietarios de mascotas y busca favorecer el uso responsable de los espacios comunes. El éxito del programa dependerá tanto de la inversión municipal como de la colaboración ciudadana en el mantenimiento y cuidado de estas instalaciones.
La distribución territorial de las nuevas áreas garantizará que los 21 distritos de la capital cuenten con estos equipamientos, respondiendo así a una demanda vecinal que trasciende las diferencias geográficas y socioeconómicas de los distintos barrios madrileños.